La película que nos enseñó que siempre nos quedaría París
Hay frases de películas que trascienden casi por completo de donde proceden, y pasan a ser una parte de una cultura compartida que la repite manteniendo el significado, pero casi ignorando de donde procede. Luego se descubren en su contexto original y se entiende por completo por qué se volvieron inmortales .
Es más o menos lo que sucede a cualquiera que ve por primera vez una película como Casablanca , una de esas obras maestras del cine que son completamente conmovedoras. Humphrey Bogart e Ingrid Bergman protagonizan una joya del cine romántico y de la Segunda Guerra Mundial que se va a poder ver hoy en televisión a través de Be Mad a partir de las 22:02 .
En la ciudad marroquí de Casablanca, Rick Blaine, un ciudadano americano que ha sido expatriado, lleva el negocio del "Café de Rick", un café en el que se reúnen los apátridas , los exiliados de la Francia ocupada por los nazis, gente corriente, oficiales del Reicht y ladrones. Un día, Ugarte, un ladrón conocido por Rick, se presenta en su bar llevando unos valiosos documentos que resultan ser salvoconductos, con los que cualquier persona podría llegar a Lisboa, el único puerto neutral durante la guerra que podría llevarles a Estados Unidos.
Antes de poder venderlos es detenido por la policía, que manda Louis Renault, un oficial comprado a los nazis. Antes de desaparecer, Ugarte confía los documentos a Rick. La situación de Rick se complica en Casablanca al aparecer por su bar una antigua amante llamada Ilsa , quien le dejó en París por su marido, Victor Laszlo, que le acompaña en la ciudad. Laszlo resulta ser un líder de la resistencia checa que, conociendo que Rick tiene los salvoconductos, pretende hacerse con los dos.
Dirigida por un artesano como Michael Curtiz , la magia de Casablanca acaba residiendo en esa aparente sencillez con la que se presenta. Unos escenarios muy vistosos y de fondo un conflicto tan potente como el de aliados contra nazis, pero poniendo el foco por completo en una pequeña y compleja historia entre personas que se encuentran en una encrucijada imposible .
Esa capacidad de resaltar la emoción melodramática, siendo profundamente romántica pero nunca chirriando, es lo que ha convertido la película en una joya que conmueve a todas las generaciones . Su fidelidad a estos personajes hace que entren profundamente frases que son inmortales y un final que acaba destrozando, no importa cuantas veces lo veas. Es un clásico con todo merecimiento.
Puedes ver Casablanca en Be Mad a partir de las 22:02.
Si quieres recibir nuestras propuestas y los estrenos en tu mail suscríbete a nuestra Newsletter